Los países más desarrollados del mundo tienen una agenda intensa para la cumbre del G7 que arranca este viernes en Cornualles (Reino Unido). Desde la recuperación económica tras el coronavirus pasando por el impulso de la vacunación hasta el futuro régimen impositivo a las multinacionales.
Se espera mucho de las reuniones que los líderes del G7 mantendrán desde este viernes, tras las idílicas vistas de las playas de Cornualles, en el Reino Unido.
Los países más desarrollados del mundo tienen una agenda intensa que va desde la recuperación económica tras el coronavirus, pasando por el impulso de la vacunación a escala global, hasta el futuro régimen impositivo a las multinacionales.
Además, para la Unión Europea (UE) han vuelto los tiempos del multilateralismo.
"El próximo asunto será ver la mejor manera de defender y promover nuestros valores, y eso es reforzar un multilateralismo fuerte fundamentado en normas. Y con la vuelta de Estados Unidos al escenario global ponemos la vista en el futuro respaldando acciones efectivas para fortalecer el multilateralismo", ha dicho este jueves la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Los líderes occidentales tendrán tiempo de fijar una línea común en sus relaciones con China, y lanzar un mensaje claro a Rusia.
"Los socios del G7 compartimos una visión similar sobre las actividades disruptivas de Rusia. La Unión Europea condena las actividades provocadoras y disruptivas tanto contra los Estados miembros como fuera de la Unión", ha señalado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
No cabe duda de que todos quieren superar los desencuentros de la época de la Administración Trump, aunque los analistas recuerdan que Joe Biden también tiene su propia agenda.
"Pienso que Joe Biden ha enviado unas cuantas señales significativas sobre lo que quiere lograr, estoy seguro de que habrá debates muy importantes sobre el proceso de paz en Irlanda, los impuestos, y otros asuntos importantes", ha explicado Guntram Wolff, director del Instituto Bruegel.
En este sentido tanto el Reino Unido como la Unión Europea (UE) esperan que Joe Biden pueda desarrollar un papel mediador, para desbloquear las negociaciones sobre la aplicación del protocolo para Irlanda del Norte tras el Brexit.