LONDRES, 23 jun - Los ciudadanos de la Unión Europea recibirán un aviso formal con un plazo de 28 días si no solicitan el estatus de residente en Reino Unido, una iniciativa que el Gobierno considera pragmática para abordar el sistema de inmigración post-Brexit, que algunos usuarios consideran problemático.
Desde que completó su salida de la UE a finales del año pasado, Reino Unido está introduciendo un nuevo sistema de inmigración, poniendo fin a la prioridad de los ciudadanos del bloque sobre las personas de otros lugares para cumplir así las promesas hechas durante el referéndum del Brexit de 2016.
Alrededor de 5,6 millones de ciudadanos de la UE han solicitado derechos de residencia en Reino Unido antes de la fecha límite del 30 de junio, pero a las autoridades les preocupa que, sin cifras concretas sobre cuántos oriundos del bloque viven en el país, algunos no lo soliciten.
"La postura del Reino Unido es muy generosa. Nuestro plan de asentamiento en la UE lleva abierto más de dos años. Muchos países de la UE tienen un plazo de solicitud de 12 meses o menos; el de Francia está abierto actualmente durante menos de nueve meses", escribió la ministra del Interior, Priti Patel, en el periódico Telegraph.
El Gobierno ha dicho en repetidas ocasiones que tratará de conceder el estatus, en lugar de buscar razones para negárselo a los ciudadanos de la UE, y añade que el aviso de 28 días no debe considerarse como un momento en el que los individuos pueden ser expulsados de Reino Unido.
Según el plan del Gobierno, los ciudadanos de la UE que puedan demostrar que vivían en el Reino Unido antes del 31 de diciembre conservarán el derecho a trabajar, estudiar y acceder a las prestaciones.
Sin embargo, si los ciudadanos de la UE no han presentado su solicitud en el plazo de 28 días, no podrán trabajar ni recibir prestaciones y perderán el derecho a servicios como la asistencia sanitaria gratuita no urgente.
Abogados y activistas estiman que hay decenas de miles de ciudadanos de la UE que corren el riesgo de no cumplir el plazo, y que algunos han quedado atrapados en un sistema que califican de excesivamente burocrático y deficiente.