PEKÍN, 7 jul - Algunas zonas de una pequeña localidad del suroeste de China que comparte frontera con Myanmar entraron en un confinamiento total el miércoles, mientras las autoridades locales se enfrentaban al cuarto brote del nuevo coronavirus en la población desde que comenzó la pandemia
Los residentes de las principales zonas de Ruili, una ciudad de la provincia de Yunnan con una población de unos 270.000 habitantes, recibieron la orden de permanecer en cuarentena en sus casas mientras las escuelas y los negocios cerraban. Algunos mercados, hospitales y farmacias permanecían abiertos.
Yunnan informó de 15 nuevos casos confirmados de coronavirus de transmisión interna para el 6 de julio, todos ellos en Ruili, en comparación con los tres casos diarios registrados en la ciudad los días 4 y 5 de julio.
Las infecciones de Ruili serán una prueba del llamado muro de inmunidad de China, ya que las regiones fronterizas del país son las primeras en recibir las vacunas. Muchos residentes de Ruili han recibido inoculaciones de COVID-19, según han informado medios de comunicación estatales
Hasta ahora, siete muestras que han dado positivo en el coronavirus tenían una secuencia genómica muy similar a la de la variante delta y a la de las cepas de los países vecinos, dijeron las autoridades de Ruili en una conferencia de prensa el miércoles.
El brote de Ruili es el segundo grupo de infecciones en China que involucra a la cepa delta, considerada por los expertos como muy transmisible. La variante se detectó por primera vez en la India.
Ruili es un punto de tránsito clave para Yunnan, que se ha esforzado por vigilar su escarpada frontera de 4.000 km con Laos, Myanmar y Vietnam para evitar la inmigración ilegal, ya que ha aumentado el tránsito de personas que huyen de la pandemia
El último brote de casos internos de COVID-19 en China se produjo en la provincia meridional de Guangdong entre mayo y junio, con la variante delta como dominante.