Por Swati Pandey
SÍDNEY, 9 jul - El primer ministro australiano, Scott Morrison, aprobó el viernes la actitud de un pub de Melbourne que se vio en apuros por ofrecer alcohol gratuito a los clientes vacunados contra COVID-19, afirmando que la iniciativa "de buen corazón" era de interés nacional.
El Hotel Prince Alfred de Melbourne lanzó la semana pasada una oferta de una pinta de cerveza, una copa de vino o un licor a cualquiera que mostrara su tarjeta de vacunación contra COVID-19.
Sin embargo, la Administración de Medicamentos Terapéuticos (TGA, por sus siglas en inglés), organismo regulador del país, desaprobó el plan, ya que las normas prohíben el uso de alcohol o tabaco como incentivos para recibir medicamentos.
La respuesta del regulador provocó la intervención del Morrison, que calificó el veredicto sanitario de excesivamente riguroso durante una rueda de prensa televisada.
"Este es un programa de vacunas de interés nacional", dijo Morrison. "Haremos algunos cambios para garantizar que estas iniciativas de buen corazón y buena voluntad que la gente puede tomar por decisión propia".
Morrison dijo que el ministro de Sanidad, Greg Hunt, hablaría con la TGA y le pediría que diera marcha atrás.
Morrison dijo que la TGA estaba haciendo su trabajo y siguiendo la letra de la ley. La TGA no respondió inmediatamente a la solicitud de comentarios.
Australia ha sido uno de los países que más éxito ha tenido a nivel mundial a la hora de frenar la pandemia de coronavirus, pero su despliegue de vacunación se ha visto ralentizado por la escasez de suministros y algunas dudas sobre las vacunas entre su población.
Los brotes recurrentes de coronavirus en las principales ciudades de Australia en las últimas semanas han impulsado las inoculaciones, aunque con un 9% de adultos totalmente inoculados el país sigue estando a la zaga de sus pares económicos.
En Estados Unidos, se han utilizado cerveza, billetes de lotería y marihuana como incentivos para aumentar las tasas de vacunación.