Durante días los vecinos y socorristas han trabajado hombro con hombro contra la devastación de las inundaciones. Las autoridades temen ahora la aparición de COVID en el oeste del país.
En la mayor parte de oeste de Alemania, ya no hay riesgo de nuevas inundaciones. Pero las desgracias se solapan, y ahora el peligro es la aparición de un nuevo brote de coronavirus.
Durante días, la gente ha estado trabajando hombro con hombro. Mantener las distancias en estas circunstancias era casi imposible. Como hacerlo en las instaciones acondicionadas como albergues.
El menor de sus problemas
Las autoridades de Renania Palatinado advierten de la necesidad de ser cuidadosos, para que lidiar juntos con esta crisis, como dice el eslógan, no acabe produciendo contagios masivos.
Aunque muchas víctimas de la devastación aseguran que la COVID es ahora el menor de sus problemas.
"Me enfrento a la ruina. Tengo esposa y dos hijos pequeños", dice Michael Ringshauser, hostelero de la localidad de Ahrweiler. "No sé cómo vamos a hacer. Todavía tengo unos 50 centímetros de agua en el sótano, por ahora estamos limpiando. Después tendremos que evaluar cada casa, ver si algo funciona todavía. Pero es posible que nada funcione ya. Pero es lo que hay, no podemos cambiar nada".
También las infraestructuras sanitarias
Con la distribución de mascarillas y pruebas de coronavirus y una amplia campaña de vacunación se intenta frenar las infecciones. Aunque las inundaciones también han destruido parte de las infraestructuras sanitarias de las zonas afectadas, como centros de atención primaria o de vacunación.