La UE ha prometido un millón de euros para las necesidades humanitarias urgentes y para los vecinos de Afganistán.
El G20 se pliega a hablar con los talibanes, para poder ayudar al pueblo afgano, lo que no significa un reconocimiento al nuevo Gobierno de Afganistán.
En una reunión virtual, convocada por el presidente de turno del Grupo, el primer ministro italiano Mario Draghi, el G20 ha acordado una serie de ayudas, dirigidas a paliar la catástrofe humanitaria.
"La actual emergencia humanitaria en Afganistán se está volviendo muy grave. Representantes de instituciones internacionales en las Naciones Unidas han hablado de una verdadera catástrofe humanitaria", señala Mario Draghi, primer ministro de Italia.
La inseguridad alimentaria afecta a catorce millones de afganos, la mitad de la población. El hambre amenaza la vida de un millón de niños.
La Unión Europea (UE) ha prometido un millón de euros para las necesidades humanitarias urgentes y para los vecinos de Afganistán que abrieron sus puertas a los refugiados afganos. Washington se ha comprometido a desbloquear 300 millones.
"Necesitamos prevenir el colapso económico del país, y esto significa inmediatamente evitar que el sistema de pagos del país colapse. En ese caso sería muy difícil incluso brindar asistencia humanitaria", afirma Draghi.
Paralelamente a la cita del G20, se reunían en Catar líderes talibanes con representantes de la Unión Europea (UE). Entre las exigencias de la UE y los países occidentales: la lucha contra el terrorismo, la libertad de movimiento y el respeto de los derechos humanos, incluida la educación de niñas y mujeres.