Sudán | El general golpista afirma que guarda al primer ministro en su casa "por seguridad"

Sudán sigue en vilo, sin Internet y con las calles cortadas por barricadas erigidas por los manifestantes, un día después del golpe de Estado militar, que ha cortado de cuajo el incipiente proceso de transición democrática en el país, iniciado tras el fin de la dictadura de Omar al Barchir.
El jefe de las Fuerzas Armadas, Abdelfatah al Burhan, ha salido a la palestra para explicar que ha disuelto todas las estructuras civiles y militares del país porque algunas de ellas cuestionaban el papel del Ejército como elemento clave de la transición.
También ha aclarado un misterio, el paradero del primer ministro Abdalá Hamdok, cuya liberación inmediata exige la comunidad internacional.
"Nadie le secuestró ni agredió; está en mi casa -dijo el general golpista-. Ayer por la tarde estuvimos juntos. Regresará a su hogar cuando la crisis haya pasado".
Además de Hamdok, el lunes fueron detenidos varios ministros y representantes políticos sudaneses.
La represión de las protestas contra el golpe de Estado ha dejado al menos 7 muertos y alrededor de 140 heridos. Estados Unidos ha suspendido una ayuda al país de 700 millones de dólares.