El escritor Ivo Andric obtuvo el galardón en la categoría de Literatura en 1961
PUBLICIDADSe cumplen seis décadas desde que se concedió el Nobel al primer y hasta ahora único galardonado de Serbia. Ivo Andric ganó el premio en la categoría de Literatura en diciembre de 1961. Entonces y hasta su muerte en 1975, vivía en un apartamento de Belgrado con vistas a un parque que es ahora un museo dedicado al escritor y en él está su estudio, el mismo de antes.
El escritor Muharem Bazdulj siente, como muchos, que nadie ha logrado alcanzar la excelencia de Andric en el país: "Hay escritores cuyo vocabulario y cierto tipo de frases los hacen poco agradables para el lector medio. Todo el mundo puede leer a Andric. Pero en ese idioma, sabía contar historias. La decisión del Comité del Nobel citó la fuerza épica con la que ha contado la historia de su país".
El Premio Nobel fue importante para el reconocimiento mundial de una pequeña cultura de la que procede Andric, como explica Bazdulj: "Si echamos un vistazo a su biblioteca, descubriremos que Andric leía libros escritos en siete u ocho lenguas extranjeras, que se sentía en casa en toda la cultura europea".
Cuando ganó el Premio Nobel, Andric ya era un escritor reconocido con libros traducidos a varios idiomas, "pero el Premio significó una especie de afirmación de que es un miembro del, digamos, panteón de la literatura mundial moderna".
Y a medida que nuestros hábitos de lectura cambian a lo largo de los años, los escritores como Andric son aquellos a los que volvemos, como indica su colega de oficio: "Encuentras algo que te muestra el camino a seguir, o bien te da la aprobación de que estás en el camino correcto, lo cual también es a veces precioso".
Andric donó la totalidad del dinero de su premio para que se compraran libros destinados a las bibliotecas de Bosnia, el lugar donde nació y que entonces formaba parte de la Federación yugoslava