Los asesinatos de los últimos días marcan un revés para el gobierno de Colombia, que lucha por controlar la violencia en las zonas rurales del país, donde grupos rebeldes y organizaciones de narcotraficantes se disputan los campos de coca y las rutas de contrabando desde hace décadas.
En Colombia, los enfrentamientos entre las disidencias de las FARC y la guerrilla ELN deja al menos 24 muertos en los primeros días del año en el estado oriental de Arauca. La lucha entre grupos rebeldes por el control territorial del departamento limítrofe con Venezuela, se ha recrudecido. El presidente Iván Duque, quien dijo que que algunas de las víctimas podrían ser civiles, se prepara para enviar más tropas a la zona y aumentar los vuelos de vigilancia.
Más tropas para controlar la situación
"La información que tenemos hasta el momento, según testigos y datos técnicos, indica que fue un enfrentamiento entre grupos disidentes (de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) y del ELN (Ejército de Liberación Nacional). Ahora bien, es probable que en ese enfrentamiento hayan podido morir civiles. En esa zona limítrofe operan grupos armados ilegales que también han estado en territorio venezolano con tolerancia, apoyo, y protección del régimen dictatorial y claramente esta situación ha detonado ahora y en el pasado situaciones de violencia."
Grupos rebeldes que se disputan el narcotráfico
Los asesinatos de los últimos días marcan un revés para el gobierno de Colombia, que lucha por controlar la violencia en las zonas rurales del país, donde grupos rebeldes y organizaciones de narcotraficantes se disputan los campos de coca y las rutas de contrabando desde hace décadas.
En el estado de Arauca se encuentran algunos de los mayores pozos petrolíferos de Colombia y por él pasa un oleoducto que es atacado regularmente por grupos rebeldes que roban su petróleo.
Una frontera porosa y peligrosa
Tras visitar la zona el lunes, el ministro de Defensa colombiano, Diego Molano, aseguró que la violencia entre guerrillas se originó en el lado venezolano de la frontera. El Ejército dijo que ambos grupos están luchando actualmente por el dominio del tráfico de drogas en la zona. Human Rights Watch dijo que ha recibido informes de veinticuatro muertes, así como de desplazamientos forzados y secuestros.