El bloque se mueve hacia un cambio en la forma de abordar la pandemia y avanza hacia el fin de las medidas para los viajes.
Viajar dentro de la Unión Europea será más sencillo. A partir del 1 de febrero los ciudadanos podrán viajar entre los Estados miembros en función de su condición personal y no según la situación sanitaria de sus regiones. Además, los ministros de Asuntos Europeos también han acordado acabar con las cuarentenas y las pruebas adicionales. La decisión es tan solo una recomendación por lo que dependerá de los Estados miembros si finalmente la acaban aplicando.
"Estaremos mucho más centrados en la situación individual de las personas, vacunadas o no vacunadas, antes que en la situación epidemiológica de tal o cual país o región de la UE, con restricciones evidentemente que deben ser más importantes para las personas que no están vacunadas", ha apuntado el ministro de Asuntos Europeos de Francia, Clément Beaune, en la rueda de prensa posterior al encuentro.
El mapa de Europa que realiza el Centro Europeo de Control y Prevención (ECDC) ha estado teñido de rojo oscuro durante semanas a medida que aumentaban los casos de ómicron en toda Europa.
Pero las altas tasas de infección no se han traducido en un mayor número de hospitalizaciones.
Este es uno de los primeros pasos en la UE para avanzar hacia una gripalización de la pandemia.
Para el virólogo Marc Van Ranst es una decisión inteligente."Creo que estamos entrando en una nueva fase de la pandemia. Todavía no hemos llegado porque omicron está muy extendida. Y el hecho de que mucha gente se contagie tiene un efecto en la sociedad. Así que eso tiene que reducirse. Y además está la presión sobre los hospitales, donde todavía hay muchos pacientes de Delta en la UCI, si esa presión tambiñen disminuye estaremos preparados para eliminar casi todas las medidas", asegura el experto belga.
La excepción, por supuesto, serán los no vacunados. Van Ranst cree que la diferencia de los síntomas con los ciudadanos vacunados se está “volviendo descaradamente clara”. Algo que requerirá más seguimiento en países con tasas de vacunación más bajas.