Rusia debe estudiar las respuestas por escrito que acaba de recibir de EE.UU. y la OTAN a sus propuestas de garantías de seguridad para frenar la expansión de la Alianza en el Este de Europa y el despliegue de armas ofensivas cerca de sus fronteras.
Tras días de acusaciones cruzadas, amenazas y reuniones, la pelota está en el tejado de Moscú. Rusia ya ha recibido, como pedía, las respuestas por escrito de Washington y la OTAN a sus propuestas de garantías de seguridad para frenar la expansión de la Alianza al este de Europa y el despliegue de armas ofensivas cerca de sus fronteras.
Siguen apostando por la diplomacia.
"La OTAN cree firmemente que las tensiones y los desacuerdos deben resolverse mediante el diálogo y la diplomacia, no mediante la fuerza o la amenaza de la fuerza. Por eso, hoy la OTAN ha transmitido nuestras propuestas por escrito a Rusia. Lo hemos hecho en paralelo con Estados Unidos", ha dicho Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN.
"El documento que hemos entregado incluye las preocupaciones de Estados Unidos y nuestros aliados y socios sobre las acciones de Rusia que socavan la seguridad, una evaluación pragmática y de principios de las preocupaciones que Rusia ha planteado, y nuestra propia propuesta en áreas donde es posible que podamos encontrar un terreno común", ha señalado Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos.
Estudiar las respuestas
Rusia, que acaba de comenzar unas grandes maniobras en el Mar Negro, debe ahora estudiar con detenimiento las respuestas de Estados Unidos y la OTAN, según ha explicado el viceministro de Exteriores, Alexandr Grushkó, recordando que sus interlocutores han tardado casi un mes y medio en responder a sus propuestas.