Con las sanciones a Rusia -el segundo mayor productor de crudo del mundo- y con Ucrania -el granero de Europa- en medio de una guerra, la subida de precios y la escasez de algunas materias ya se notan en el continente.
La guerra en Ucrania ya repercute en el bolsillo de los europeos. Los ciudadanos hacen todo lo posible por evitar que el agujero en su economía doméstica sea mayor. Las sanciones a Rusia, el segundo mayor productor de crudo, han subido el precio de los carburantes. Los portugueses hacen colas en las gasolineras españolas porque es más barato.
"En Portugal el gasóleo subió 14 céntimos el litro del sábado para el lunes", señala un transportista de Portugal en solo dos días llenar el depósito ha pasado a costarle 112 euros más en su país.
"El gasóleo en este momento está muy caro, no se puede trabajar con los camiones con el precio al que está el gasóleo", añade.
Ucrania es el granero de Europa y el principal exportador de aceite de girasol del continente. En España el aceite ya se está racionalizando en los supermercados porque empieza a escasear.
"Es curioso, porque aquí el aceite de oliva es el rey, pues que el girasol nos preocupe tanto. Yo creo que no es muy lógico", señala uno de los ciudadanos que acude estos días a hacer la compra en un supermercado de España.
Antes de la invasión rusa de Ucrania, España importaba hasta un 68% de esta semilla y sectores como el de la industria conservera gallega se juegan más de la mitad de su producción.
Los precios de la leche, los huevos, la carne o el pan también se están viendo afectados, ya que los cereales y el pienso para el ganado se ha encarecido desde que comenzó la guerra.