Rusia dice haber cumplido en general con el objetivo de reducir la fuerza de combate de Ucrania y que se centrará en el Donbás. Mientras que Ucrania destaca que logra frenar el avance ruso y pide que haya un diálogo para que acabe la invasión.
Un hospital de Mariúpol cae en manos de los separatistas de Donestk respaldados por Rusia, tras días de ataques en los que algunas partes del edificio han quedado destroyadas. El personal y los residentes tuvieron que refugiarse en el sótano.
Pero el ataque más mortífero contra la población ha sido el que Rusia perpetró contra el teatro de Mariúpol donde las autoridades ucranianas han señalado que alrededor de 300 personas fueron asesinadas. En medio de todo este asalto, decenas de miles de personas han huido de la ciudad en la última semana, la mayoría en coches particulares.
Un mes después de la invasión rusa de Ucrania, la segunda ciudad del país, Járkov, se encuentra en ruinas, incluyendo escuelas y edificios residenciales.
Mientras que en Kiev, el avance ruso se sigue ralentizando; aquí las tropas han retrocedido unos kilómetros. Sin embargo, la capital sigue sumida en la incertidumbre y el miedo a un posible asalto. La gente trata de alguna manera de ayudarse y apoyarse.
Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, destaca: "Las Fuerzas Armadas [ucranianas] siguen repeliendo los ataques del enemigo en el sur del país, en Donbás, en la dirección de Járkov y en la región de Kiev. Al frenar las acciones de Rusia, nuestros defensores están llevando a los dirigentes rusos a una idea simple y lógica: es necesario un diálogo. Significativo. Urgente. Justo. Para obtener un resultado, no para dilatar la situación".
Sin embargo Rusia dice que ya ha conseguido cumplir en general el objetivo de reducir la capacidad de combate de Ucrania y que ahora esto les permitirá centrarse en el objetivo principal que según señala es la liberación del Donbás. Los rusos apuntan que ya han bloqueado Kiev, Járkov, Chernihiv, Sumy y Mykolaiv. Así esta esta última. Instalaciones sanitarias, casas y comercios destrozados. La ciudad es clave en el avance de Rusia para tomar Odesa por tierra.