Jessica Klimkait, ausente desde los Juegos Olímpicos de Tokio, volvió en la mejor forma posible para hacerse con el oro en menos de 57 kilos.
La soleada y hermosa Antalya es el escenario, durante tres jornadas y hasta este domingo, de un nuevo Grand Slam de Judo.
Este viernes pudimos disfrutar de grandes combates como el de la final de menos de 48 kilos, un duelo mongol que acabó cayendo del lado de Ganbaatar Narantsetseg, que recibía su medalla de manos del tesorero general de la Federación Internacional de Judo, Naser Al Tamimi.
El medallista de plata de los últimos Juegos Olímpicos, Yang Yung Wei, derrotaba por su parte al excampeón del mundo Lukhumi Chkvimiani para llevarse a casa su segundo oro de Grand Slam desde la cita de Tokio. El taiwanés era premiado en el podio por el embajador de Taiwán en Turquía, Volkan Chih-Yang Huang.
"La condición física de mi oponente era muy, muy buena", reconocía el vencedor. "Así que fue un combate realmente difícil. Es muy hábil, y lo demostrado con su buenas técnicas y resultados".
En menos de 52 kilos, la húngara Reka Pupp demostró una increíble perseverancia gracias a la cuál conseguía darle la vuelta a la una final que iba perdiendo, para acabar derrotando mediante ippon a la uzbeka Diyora Keldiyorova. Fatih Uysal, jefe de los servicios deportivos del ministerio de Juventud y Deportes de Turquía, entregaba las medallas de esta categoría.
Y gran día para el moldavo Denis Vieru, que fue ganando sus combates hasta llegar a una final de menos de 66 donde se veía las caras con el brasileño William Lima, sobre el que conseguía una victoria táctica que le llevaba a lo más alto del podio. Allí era premiado por el director deportivo de la Federación internacional de Judo, Vladímir Barta.
Klimkait vuelve en plena forma
En menos de 57, la actual campeona del mundo y bronce olímpica Jessica Klimkait, regresaba al tatami en su primera competición desde los Juegos Olímpicos de Tokio, mostrándose en plena forma con su habitual estilo de judo y su gran comunión sonrisas con el público. La canadiense recibía su premio de manos de Lisa Allan, directora de eventos de la FIJ.
"Para ser sincera, el primer combate fue un poco chocante, tuve que aclimatarme a estar de nuevo en una competición y bajo este ambiente", confesaba Klimkait. "Pero a medida que avanzaba el día y seguía con mi rutina habitual, las cosas fueron encajando".
Fue también un buen día para Turquía, ya que la acción del día correspondió a la judoca local Sila Ersin, que sorprendía a la veterana israelí Shira Rishony con un fantástico Uchi Mata que llevaba el delirio a la grada. Una forma perfecta de cerrar el primer día de este Grand Slam de Antalya, al que aún le quedan dos vibrantes jornadas más.