La respuesta de Ucrania sobre el ataque hace referencia irónicamente a un boicot de las tropas rusas.
Ucrania no confirma ni niega ser responsable del ataque a grandes depósitos de combustible en la ciudad rusa de Bélgorod, a unos ochenta kilómetros de Járkov. Su respuesta sobre si se ha producido el primer ataque en suelo ruso desde que comenzó la guerra está cargada de ironía:
Oleksiy Arestovich, asesor del presidente de Ucrania, destaca: "Tal vez las tropas rusas están saboteando las órdenes y no quieren entrar en el territorio ucraniano por los medios disponibles. En cualquier caso, son las autoridades rusas las que tienen la responsabilidad de los acontecimientos que ocurren en el territorio ruso."
Dos operarios resultaron heridos en el ataque, que coincidió con la virtual reanudación de las negociaciones entre rusos y ucranianos para poner fin al conflicto.
Dmitry Peskov, portavoz del presidente ruso Vladimir Putin, apunta: "Ciertamente, no es algo que pueda entenderse como algo que genere condiciones favorables para la continuación de las conversaciones".
Rusia ha devuelto a Ucrania el control de la central de Chernóbil. El Director General de la Energía Atómica dijo que la situación de la radiación en la planta era buena, pero según señala Rafael Grossi: "Hemos oído hablar de la posibilidad de que algún miembro de la plantilla esté contaminado, pero no tenemos ninguna confirmación al respecto. Y tenemos mucha experiencia dentro de las instalaciones para ayudar si se nos requiere".
Sobre el terreno hay avances y retrocesos. Ucrania afirma haber intercambiado 86 prisioneros con Rusia y en Kiev hay una relativa calma; pero el intento de abrir un corredor humanitario en la destrozada ciudad de Mariúpol ha vuelto a fracasar. La Cruz Roja volverá a intentarlo este sábado.