Prosigue la huida de los bombardeos rusos. Una refugiada cuenta que Mariúpol ha prácticamente desaparecido. El Gobierno alemán fleta un segundo avión para refugiados estancados en Moldavia.
Un grupo de vehículos procedente de la ciudad de Mariúpol, en el sudeste de Ucrania, llegaba este viernes a Zaporijia.
Sin garantías de seguridad
No constituye el convoy organizado por la Cruz Roja, que no pudo emprender la marcha ante la falta de garantías de seguridad necesarias. La organización ha anunciado su intención de volverlo a intentar este sábado.
Escapar como sea
Estos refugiados se arriesgaron a salir por un camino que no formaba parte el corredor humanitario.
Otros muchos fueron hasta allí en sus propios coches, marcados con un lazo blanco para indicar que sus ocupantes son civiles.
"Mariúpol ya no existe"
"Caminamos casi 15 kilómetros con un niño de seis años y un adolescente", comenta Tatiana. "Caminamos a pesar de las minas, los lanzamisiles y los cohetes. En Mariúpol es terrible, terrible. Había muchos bombardeos. La ciudad prácticamente ya no existe. Casi el 90% de las casas están destruidas".
En la localidad de Lisichansk, también en el este, ya ha huido la mitad de sus cien mil habitantes.
Los bombardeos son constantes, al menos cinco personas han muerto en las últimas horas. Pero puede ser peor. Porque Lisichansk es ahora una ciudad de paso para los que acaban de escapar de lugares aún más peligrosos.
A salvo en Alemania
Mientras, unas 120 personas llegaban al estado de Turingia en el segundo vuelo humanitario organizado por el Gobierno alemán para acoger a ucranianos, sobre todo mujeres y niños, estancados en Moldavia.
La mayoría vivía en la región de Odesa. Alemania ha ofrecido a Moldavia, uno de los países más pobres de la zona, hacerse cargo de hasta 2 500 refugiados.