Un 55% del gas que importa Alemania procede de Rusia, así como en torno al 50% del carbón o el petróleo.
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Alemania se niega a cerrar el grifo del gas ruso, cuya dependencia es enorme. Y para garantizar el suministro, Berlín acaba de nacionalizar la filial alemana de Gazprom, después de que la matriz rusa dijese que se desprendería de ella.
Lo ha anunciado el ministro de Economía y Protección del Clima de Alemania, Robert Habeck, justificando la decisisón por la falta de claridad jurídica sobre la situación de la empresa:
"Opera infraestructuras críticas en la propia Alemania y a través de sus filiales. Está activa en el comercio, transporte y almacenamiento de gas y es de suma importancia para el suministro de gas en Alemania".
Un 55% del gas que importa Alemania procede de Rusia
Un 55% del gas que importa Alemania procede de Rusia, así como en torno al 50% del carbón o el petróleo.
"Quiero destacar que el Gobierno alemán hace todo lo necesario para garantizar la seguridad del suministro en Alemania. Esto también incluye garantizar que no expongamos las infraestructuras energéticas en Alemania a decisiones arbitrarias del Kremlin", ha dicho Habeck.
Berlín, al igual que Viena, rechaza un embargo a las importaciones de gas, petróleo o carbón rusos, pese a las fuertes presiones de socios comunitarios como Polonia o los países bálticos.