Gazprom ha cortado finalmente el suministro de gas a Países Bajos, y este se ha mostrado impasible ante el nuevo pulso con Rusia. El ministro de Energía y Clima neerlandés, Rob Jetten, insiste que comprar gas a Rusia es enriquecer a Putin y su guerra.
Gazprom ha cortado finalmente el suministro de gas a Países Bajos, y este se ha mostrado impasible ante el nuevo pulso con Rusia. La empresa estatal neerlandesa GasTerra reiteró que no acepta la demanda de pagos en rublos y que se ha anticipado al cierre de grifo comprando gas a otros proveedores.
El ministro de Energía y Clima del país, Rob Jetten, insiste que comprar gas a Rusia es enriquecer las ambiciones bélicas del presidente Vladímir Putin.
"Desde hace tiempo vemos que los precios de la energía son altos para todo el mercado mundial. La guerra en Ucrania no facilita las cosas. Pero no queremos seguir dependiendo del gas ruso y engrosar las arcas de la guerra de Putin. Esta decisión se ajusta a eso", dijo Jetten.
El próximo invierno será difícil para la empresas encargadas de llenar los depósitos de gas de Países Bajos tras el corte de Gazprom, podrían no cumplir con sus obligaciones.
Dinamarca parece encarminarse hacia el mismo escenario. El país también se niega a pagar en rublos y dice estar listo para comprar gas en el mercado europeo si Gazprom corta el suministro.