La economía rusa empieza a mostrar grietas tras semanas de sanciones occidentales cada vez más duras. Los residentes de San Petersburgo reaccionan a la nueva realidad de la vida cotidiana, con los precios en alza y los salarios estancados.
La economía rusa se resiente tras semanas de sanciones sin precedentes y cada vez más duras. Los precios de los bienes de consumo han subido una media de casi el 10% desde principios de año, y en San Petersburgo los consumidores lo notan en el bolsillo.
"Vas a la tienda, miras los precios y, sinceramente, pones los ojos en blanco. Porque es muy caro, muy caro. Luego legas a casa, sacas las compras y te das cuenta de que básicamente no has comprado nada, porque todo es muy caro"- dice una mujer.
"No estábamos preparados para esto. Los precios han subido, pero no los salarios"- se lamenta este hombre
"No me conviene, los precios están subiendo mucho, no me conviene en absoluto, y voy a la tienda todos los días."-se queja esta señora.
La inflación podría agravarse si Rusia cae en un impago de su deuda internacional, la última vez que incumplió su deuda en moneda extranjera fue en 1918, bajo el gobierno bolchevique de Vladimir Ilich Lenin.