18 monjas de clausura del Convento de San Bernardo (Salta) han causado conmoción en Argentina al acusar a un arzobispo y a otros funcionarios eclesiásticos de violencia psicológica y física de género.
En Argentina, las feministas y las monjas de clausura se unen para luchar contra la violencia de género. Es una unión simbólica que llega luego de conocerse que las monjas carmelitas presentaron una denuncia judicial contra un arzobispo y otros funcionarios eclasiásticos por supuestos abusos físicos y psicológicos.
La feministas se acercaron al Convento de San Bernardo, en la ciudad de Salta, para mostrar su solidaridad.
"Los derechos de las mujeres avanzaron hasta estos lugares, donde a veces uno cree que las hermanas viven en armonía, en una vida contemplativa, pero evidentemente la violencia de la propia Iglesia les ha hecho decir basta", dijo Irene Caro, una de las asistentes de la protesta.
Las 18 monjas también acusan al arzobispo Mario Antonio Cargnell de perjuicio económico al bloquear supuestamente el nombramiento de una nueva priora, lo que les dificulta la gestión del monasterio.
El abogado del arzobispo, Eduardo Romani, niega todas las acusaciones, mientras que los abogados de las monjas dicen no revelar detalles por orden del juez.
Disputas internas
Romani insiste en que hay más de lo que parece, debajo de las acusaciones contra su cliente. Ha trascendido que Cargnello mantiene desde hace tiempo una disputa con las monjas por la "Madonna del Cerro", una figura popular en Salta que, según una mujer de la provincia, se le apareció en una visión en los años 90. Cargnello no reconoce la figura, pero las monjas sí.
Las audiencias judiciales de Cargnello, se suspendieron este lunes debido a la agenda del sacerdote. Aún no se ha fijado una fecha futura para su comparecencia.