Poco antes, el alcalde de Mariúpol, Vadym Boychenko, había afirmado desde la televisión ucraniana que se había perdido el contacto con los resistentes. En la planta hay centenares de civiles, entre ellos 30 niños, que esperan ser evacuados.
Las tropas rusas han podido finalmente acceder a la acería de Azovstal en Mariúpol, así lo ha confirmado el comandante de las fuerzas de defensa que están presentes en la planta.
Horas antes, las autoridades ucranianas informaron que habían perdido el contacto con las milicias. El comandante, Denis prokopenko, explica la situación.
"Hay duros y sangrientos combates. Estoy orgulloso de mis soldados por hacer esfuerzos inhumanos para contener la embestida del enemigo. Agradezco al mundo entero el enorme apoyo a la guarnición de Mariúpol. Nuestros sol dados lo merecen", dice Prokopenko.
Entre tanto, más de 300 civiles han sido evacuados de la ciudad de Mariúpol y sus alrededores a Zaporiyia. Es la segunda evacuación que se realiza exitosamente en la zona, tras la extracción de más de un centenar de personas en Azovstal.
Rusia ha anunciado un pasillo humanitario para otra evacuación de civiles en la acería, desde este jueves hasta el 7 de mayo.
Sin embargo, el Ejército ruso continúa intensificando su ofensiva en el este y sur de Ucrania, aunque los ataques también han afectado a otras regiones del país, donde han destruido infraestructuras como estaciones ferroviarias y puentes.
El ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba, ha acusado a Rusia de utilizar el "terrorismo de misiles" en la difusión de los ataques.
"El verdadero problema que hace que ningún lugar de Ucrania sea seguro, son los misiles, los misiles rusos disparados a cualquier hora del día, en cualquier dirección, a cualquier ciudad de Ucrania", y agrega: "Tenemos todas las razones para decir que Rusia recurre a la táctica del terrorismo de misiles para sembrar el miedo en Ucrania".
Mientras tanto, Bielorrusia, país que Rusia utilizó como territorio facilitador para su invasión, ha anunciado el inicio de ejercicios militares. Su Gobierno afirma que no son una amenaza para la comunidad europea ni para los países vecinos en particular.