Por Mohammad Yunus Yawar
KABUL, 8 jun - Un exministro afgano, que huyó cuando los talibanes tomaron el control de Afganistán el año pasado, regresó el miércoles al país, según dijeron las autoridades locales, tras las garantías de seguridad dadas como parte de la iniciativa del grupo islamista para atraer de nuevo a personas de alto perfil.
Ghulam Farooq Wardak, miembro de los gabinetes de los expresidentes Hamid Karzai y Ashraf Ghani, es el último de una serie de antiguos dirigentes que regresan a Afganistán, según informaron representantes de los talibanes, que buscan apuntalar un Gobierno que aún no ha obtenido el reconocimiento internacional.
Wardak regresó de Turquía, dijo Ahmad Wasiq, portavoz de un organismo creado por los talibanes para negociar el regreso desde el extranjero de ciudadanos afganos de alto perfil.
Otros exdirigentes que han regresado al país son un antiguo portavoz del Ministerio de Defensa, el antiguo director de la empresa eléctrica nacional de Afganistán y algunos mandos militares, dijo el representante talibán a Reuters.
Aunque Reuters no pudo verificar de inmediato el regreso de los demás, Wardak habló con los medios de comunicación estatales tras aterrizar en Afganistán.
"La mayoría de las autoridades están pensando en regresar", dijo el exministro de Educación, añadiendo que siente respeto y felicidad en su hogar, aunque advirtió que un pequeño grupo podría no querer volver.
La mayoría de los cargos de alto perfil huyeron de Afganistán cuando los talibanes tomaron el poder el pasado mes de agosto, incluido Ghani, el presidente en ese momento, que ahora se encuentra en los Emiratos Árabes Unidos. Karzai permanece en Kabul, la capital afgana.
Los talibanes crearon hace unas semanas un panel para negociar los retornos, incluyendo entre sus nueve miembros jefes de los servicios de inteligencia y militares.
Tiene el poder de garantizar la amnistía y proporcionar seguridad a quienes regresen al país, así como garantizar su derecho a trabajar en el sector privado.
Desde el año pasado, las antiguas personalidades del Gobierno afgano, especialmente los responsables de seguridad, se han enfrentado a represalias en todo el país, según organismos internacionales y medios de comunicación.
Los talibanes afirman que esos ataques no fueron autorizados, asegurando que se han tomado medidas frente al incumplimiento de una orden de amnistía general.