Se han establecido restricciones de agua en la mayoría de sus departamentos. La vegetación reseca sigue siendo pasto de las llamas. Los dos incendios en La Gironda han arrasado veinte mil hectáreas. Ahora se lucha contra otro cerca de Montpellier, en el sudeste.
Francia está viviendo un mes de julio aciago de calor, sequía y fuego.
Según los servicios meterológicos, muy probablemente, el más seco registrado desde 1959.
Restricciones en el consumo de agua
Apenas llueve y casi todo su territorio, 90 de sus 96 departamentos, se encuentra en estado de alerta por sequía de diferentes niveles y en la mayoría se han establecido restricciones en el uso del agua.
Se ha movilizado a la oficina de la biodiversidad para verificar su cumplimiento y realizar controles.
Esta mujer vive en la localidad de Ardéche, en el sudeste del país. No desperdicia ni una gota.
"Hemos puesto un poco de agua en este cubo, luego metemos a la niña pequeña, la bañamos y enjuagamos con la misma agua", comenta.
Incendios en el este y el oeste
El terreno reseco es pasto de las llamas.
Este lunes, se anunciaba, por fin, la estabilización de los dos incendios en La Gironda, en el sudoeste, tras arrasar veinte mil hectáreas de bosque en doce días.
Y el martes, otro a veinte kilómetros de a localidad de Montpellier, en el sudeste, calcinaba unas mil hectáreas forestales. Después de una larga e intensa noche de trabajo de centenares de bomberos han logrado detener su avance.
La fiscalía local ha abierto una investigación ante la sospecha de que en esta ocasión ha sido provocado.