"¿Qué debe pasar todavía, cuántos muertos más debemos esperar?", se preguntó
La Plaza de la Expo de Nursultán fue el escenario de la misa oficiada por el Papa Francisco durante su visita a Kazajistán. Este país de mayoría musulmana alberga una pequeña comunidad católica a la que el Papa quiso dirigirse.
Había siete mil personas en la plaza, en representación de los 125.000 católicos del país.
Una de los presentes describe su visita como "un acontecimiento extraordinario para todos los católicos". "La visita del Papa Francisco alimenta la energía para nuestra fe", asegura.
El papa tuvo palabras de recuerdo para su "querida Ucrania" y los esfuerzos por conseguir la paz: "¿Qué debe pasar todavía, cuántos muertos más debemos esperar?", se preguntó.
Antes, durante su intervención en el Congreso de Líderes del Mundo y de las Tradiciones Religiosas, también habló de la paz. "Comprometámonos aún más e insistamos en la necesidad de resolver los conflictos no con los medios inconclusos del poder, con las armas y las amenazas, sino con el único medio bendecido por el cielo y digno del hombre: el encuentro, el diálogo y la negociación paciente", dijo Francisco.
La visita del Papa concluye el jueves. No pudo reunirse, porque canceló su visita, con el patriarca ortodoxo ruso Kirill, con quien las relaciones se han tensado por su apoyo a la invasión de Ucrania. Francisco expresó su deseo de visitar China.