Tras la muerte de la reina Isabel II, los cuatro perros, que se cree que tenía, serán adoptados por el príncipe Andrés y su exmujer Sarah Ferguson
Si había alguien que reinaba en el corazón de la reina Isabel II, eran varios: sus perros. Los chefs reales elaboraban su menú. Tenían psicólogo y alguien que escribía sus hazañas. Dormían en cestas de mimbre acolchadas y hasta tenían su propio calcetín en Navidad.
Siempre estaban ahí, junto a ella. La reina, en concreto, estaba enamorada de los corgis. Fue dueña de más de 30 de ellos a lo largo de los años, la mayoría descienden de Susan, la perrita que le regalaron cuando cumplió los 18 años.
Robert Lacey, historiador de la realeza, señala: "Los corgis estaban a su lado, al igual que todas personas que la atendían. Es otra de esas marcas comerciales, no adoptada por ella como marca, sino como una expresión de su amor por los animales desde una edad temprana. Sobre todo, por los caballos. Y en particular por estos perros".
Se cree que la Reina tenía cuatro perros en el momento de su muerte: dos Corgis, un Dorgi y un Cocker Spaniel. Tanto el príncipe Andrés como su ex mujer, Sarah Ferguson serán los encargados de los perros a partir de ahora. Muchos esperan que estos pequeños, que forman parte de la familia, también estén en el funeral.