Se calcula que se han derramado unos seis millones de litros de agua. La carretera ha tenido que ser cortada provocando un auténtico caos en el tráfico en hora punta.
PUBLICIDADMadrid ha amanecido este jueves cubierta de agua hasta el cuello. No por la lluvia, que también ha contribuido, sino por el estallido de una gran tubería en plena M-30, una de las carreteras más utilizadas de la capital española.
El incidente ha provocado graves inundaciones en los tramos subterráneos de la vía.
Los bomberos han comprobado que no hubiera daños estructurales en los edificios cercanos y han desaguado las bolsas de agua de hasta 4 metros de altura en algunas zonas.
"Es una tubería de un metro de diámetro y el agua está a presión, como se puede ver ha levantado el asfalto y ha roto la calle y por aquí ha pasado un río de agua hacia el túnel", ha explicado Antonio Marchesi, supervisor de guardia del Cuerpo de Bomberos de Madrid.
Se calcula que se han derramado unos seis millones de litros de agua. Los vecinos y comerciantes también se han visto afectados, con sus garajes y negocios inundados.
La carretera ha tenido que ser cortada provocando un auténtico caos en el tráfico en hora punta. Más de un millón y medio de vehículos atraviesan la M-30 cada día.
Algunos tramos ya han sido reabiertos, pero el enorme socavón que ha dejado casi 300 coches atrapados e inundados en un aparcamiento subterráneo, podría tardar más de un día en repararse.