Desde Santiago de Chile a Tokio, pasando por San Francisco o Londres, las manifestaciones se suceden en un movimiento a veces espontáneo, otras organizado como en Roma, en Italia, de quienes ven cómo la represión contra las mujeres se instala en su país de orígen.
La diáspora iraní siembra el mundo de protestas contra el régimen teocrático, por la muerte bajo custodia policial de la joven Mahsa Amini en Teherán, tras ser detenida por llevar mal colocado el hiyab.
Desde Santiago de Chile a Tokio, pasando por San Francisco o Londres, las manifestaciones se suceden en un movimiento a veces espontáneo, otras organizado como en Roma, en Italia, de quienes ven cómo la represión contra las mujeres se instala en su país de orígen.
"Con este régimen no es posible tener derechos humanos, eso es todo. Ahora ha llegado el momento en el que pensamos que podemos cambiar esto tras 43 años de opresión", explica la joven Sahar.
"En definitiva no queremos más a este Gobierno, no queremos más ayatolás", añade Arezoo, otra manifestante.
Las autoridades iraníes han reprimido con violencia las manifestaciones dentro de su país, provocando al menos 83 muertos, según una oenegé, 41 de acuerdo con las cifras oficiales.
Las universidades de Teherán han vuelto a abrir sus puertas este sábado, tras pasar una semana cerradas por los disturbios en los que varios estudiantes fueron detenidos por la policía.