Los recientes referendos en cuatro territorios ucranianos, solo reconocidos por Rusia, y su consiguiente anexión son vistos sobre el terreno, en la ciudad ocupada de Mykolaiv, con rechazo, como una imposición con visos de expansionismo imperial.
PUBLICIDADLos recientes referendos en cuatro territorios ucranianos, solo reconocidos por Rusia, y su consiguiente anexión son vistos sobre el terreno con rechazo, como una imposición con visos de expansionismo imperial.
Euronews habló con ucranianos que viven cerca de los cuatro territorios que Rusia ha ocupado sobre cómo les afecta la intrusión.
Volodímir se toma un respiro en el patio de su casa. Ha estado retirando escombros después de que cohetes rusos impactaran en el edificio de al lado de su casa, cerca de su portal: "¿Para qué sirven los referendos? Ya han empezado a movilizar en Zaporiyia y en la región de Jersón a ucranianos que viven a cien kilómetros de aquí. Tienen que enrolarse para luchar por Putin contra nosotros. ¿Cómo es eso? ¿Qué están haciendo? No podemos entenderlo ni perdonarlo".
La región de Mykolaiv limita con la región ocupada de Jersón. Desde que Rusia invadió esos territorios, Mykolaiv perdió el acceso al suministro de agua potable.
El ejército ruso fue finalmente expulsado de la ciudad, pero Mykolaiv sufre bombardeos regulares, que afectan a la población civil y a las infraestructuras.
Los ataques destruyen edificios de viviendas, universidades, hospitales y otros edificios públicos.
Para Vladislav, taxista en Mykolaiv, no hay tales referendos:"¿Pero de qué estamos hablando aquí? Todo esto se lo han inventado ellos. Creo que no tenemos que hablar de ello en absoluto. ¿Qué referéndum? Esto es una locura. Esta es nuestra tierra, ellos son conquistadores, son ocupantes. No hay más".
Dmytro, economista de la universidad de Mykolaiv, cree que este último movimiento del Kremlin podría ayudar a Ucrania a recuperar la integridad de sus territorios: "Me irritó mucho que después de la anexión de Crimea todos los líderes occidentales la dejaran fuera de la agenda. Con estos recientes referendos, Putin destruyó por completo este "estatus excepcional" de Crimea, y ahora lo ha vuelto a poner en la agenda. Y si liberamos nuestras ciudades y nuestra tierra, Crimea no será una excepción, también tendrá que volver a ser parte de Ucrania".
Las alarmas de bombardeos y las explosiones son frecuentes en Mykolaiv, cartones y tablas que sustituyen a los cristales de las ventanas reventados son visibles en toda la ciudad.
Las casas y los comercios parecen a menudo desiertos, muchos de los restaurantes, tiendas y otros pequeños locales siguen cerrados.
El sentimiento de rechazo contra los invasores queda remachado con cada nuevo bombardeo.