JARTUM, 25 oct - Decenas de miles de manifestantes se dirigieron el martes hacia el palacio presidencial de Sudán en Jartum cuando se cumple el primer aniversario de un golpe de estado que detuvo la transición del país hacia la democracia.
Los servicios de Internet fueron bloqueados, según el grupo de vigilancia Netblocks. Los manifestantes quemaron neumáticos en las principales carreteras, coreando "el poder pertenece al pueblo, los militares deben estar en los cuarteles", dijeron los reporteros de Reuters.
Los manifestantes que marchaban desde el sur de Jartum hacia el palacio y desde el centro de Omdurman hacia el puente que conecta la ciudad con la capital enfrentaron los gases lacrimógenos lanzados por las fuerzas de seguridad, según los reporteros.
La toma del poder por parte de los militares detuvo la transición de Sudán a la democracia tras el derrocamiento de Omar al-Bashir en 2019, y aumentó los problemas para una economía ya en crisis. Los donantes extranjeros suspendieron con rapidez sus relaciones, la moneda se desplomó y el gobierno subió los impuestos provocando numerosas huelgas.
Un año después, los líderes militares de Sudán no han nombrado un primer ministro, mientras que los islamistas leales a Bashir que fueron purgados de la administración han regresado. Bashir está en la cárcel a la espera de ser juzgado por cargos que niega relacionados con el golpe de estado que le llevó al poder en 1989 y la guerra de Darfur a principios de siglo.
La violencia tribal ha estallado en todo el país, incluso en el estado del Nilo Azul durante la semana pasada, donde murieron hasta 250 personas, según Naciones Unidas.
Los generales, que afirman que dejarán el poder cuando se forme un gobierno, están negociando con la coalición Fuerzas de la Libertad y el Cambio, que se repartía el poder antes del golpe.
Las conversaciones son facilitadas por la ONU y la Unión Africana, así como por el "Quad" formado por Estados Unidos, Reino Unido, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.