En la primera sesi´ón de control al nuevo primer ministro, los laboristas han asegurado que no representa a la clase trabajadora y que debería dejar la palabra al pueblo británico.
Antes del nombramiento de Rishi Sunak, la oposición ya insistía en la necesidad de convocar elecciones para que el futuro del país fuera decidido por todos los británicos y no solo por unos cuantos diputados consevadores en una votación interna de urgencia.
En la primera sesión de control al nuevo primer ministro, el líder laborista Keir Starmer, favorito en las encuestas, ha vuelto a la carga.
"Incluso su propio bando sabe que no está d el lado de la clase trabajadora. Por eso la única vez que se presentó a unas elecciones fue aplastado por la anterior primera ministra. ¿Por qué no lo ha sometido a prueba? Dejemos que la clase trabajadora hable y convoque elecciones generales".
Mandato legítimo
Sunak ha asegurado que su mandato es legítimo, basado en el programa con el que su partido obtuvo mayoría en los comicios de 2019.
"Nuestro mandato está basado en un manifiesto sobre el que fuimos elegidos. Le recuerdo unas elecciones que nosotros ganamos y ellos perdieron. Un mandato que dice que queremos un sistema nacional de salud más fuerte, mejores escuelas, calles más seguras, control sobre nuesras fronteras y la mejora de zonas menos favorecidas, ese es el mandato que mi Gobierno y yo vamos a cumplir para el pueblo británico".
Retraso del plan económico de emergencia
Sunak, al que la oposición echa en cara su familia multimillonaria, ha segurado que siempre protegerá a los más vulnerables. El ministro de finanzas Jeremy Hunt ha anunciado que retrasará hsata el 17 de noviembre la presentación del plan económico de emergencia que su predecesora Liz Truss iba a dara a conocer el próximo lunes. Dice querer estudiarlo junto a su nuevo jefe, que ocupó su cartera en tiempos de Boris Johnson.