Miles de residentes de Jersón han sido trasladados al otro lado del río Dniéper, lejos de la línea del frente y más hacia el territorio controlado por Rusia, mientras las fuerzas de ocupación se preparan para defender la capital regional de una contraofensiva ucraniana prevista.
Los ocupantes rusos siguen indicando que los esfuerzos por reubicar a los civiles en el oblast de Jersón en la orilla oriental del río Dniéper forman parte de un plan de reasentamiento más amplio.
Miles de residentes de Jersón han sido trasladados al otro lado del río Dniéper, lejos de la línea del frente y más hacia el territorio controlado por Rusia, mientras las fuerzas de ocupación se preparan para defender la capital regional de una contraofensiva ucraniana prevista.
Hasta ahora, más de 22.000 personas han cruzado a la orilla oriental del río Dniéper, según el jefe adjunto de la administración militar regional designada por Rusia Kirill Stremousov.
También afirmó que el "programa de reasentamiento de la administración está diseñado para acoger a 60.000 personas". Su declaración parece admitir que los funcionarios de ocupación rusos consideran las llamadas "evacuaciones" como precursoras del reasentamiento permanente de una gran población de ucranianos.
Mientras tanto, el Instituto para el estudio de la guerra señala el movimiento de resistencia que se ha extendido por todos los territorios ocupados por Rusia, especialmente en el sur desde Jersón hasta la región de Zaporiyia.
El Think Tank afirma que es probable que los soldados hayan estado activos en Melitópol y sus alrededores desde al menos mediados de marzo, y que sus crecientes actividades siguen suponiendo una amenaza para el control ruso de los territorios ocupados.
En los últimos días las tropas ucranianas realizaron un ataque contra el jefe de ocupación en la región de Zaporiyia ocupada por Rusia.
El Ministerio de Defensa ucraniano dijo en su última actualización que se han producido al menos seis incidentes de sabotaje contra la infraestructura ferroviaria rusa desde junio. Ataques reivindicados por el grupo antiguerra ruso "Stop the Wagons".
Los dirigentes rusos estarán cada vez más preocupados por que incluso un pequeño grupo de ciudadanos se haya opuesto lo suficiente al conflicto como para recurrir al sabotaje físico.