El Instituto para el Estudio de la Guerra dice que el llamamiento urgente de Rusia a huir indica que los ocupantes "no esperan un rápido regreso ruso o civil" a la ciudad, y parecen estar tratando de despoblarla para dañar su "viabilidad social y económica a largo plazo".
PUBLICIDADRusia insta a más civiles en la ocupada Jersón a huir para escapar de una contraofensiva ucraniana anticipada. A los vecinos se les dice que lleven "documentos, dinero, objetos de valor y ropa", debido a "la tensa situación en el frente".
Unas 25.000 personas han sido reubicadas desde el martes, según la agencia de noticias Interfax.
El Instituto para el Estudio de la Guerra ha dicho que el llamamiento urgente a huir indica que los ocupantes "no esperan un rápido regreso ruso o civil" a la ciudad, y parecen estar tratando de despoblarla para dañar su "viabilidad social y económica a largo plazo".
Las autoridades rusas probablemente cortaron el acceso a Internet en la ciudad de Jersón el 22 de octubre para limitar los informes locales sobre lo que Rusia llama "evacuaciones" a la orilla este del río Dnipro, mientras se preparan para llevar a cabo acciones dilatorias que probablemente solo serán parcialmente efectivas, dice el Instituto para el Estudio de la Guerra.
El grupo de expertos reiteró que es probable que las fuerzas rusas se estén preparando para destruir la presa en la central hidroeléctrica de Kajovka, inundando el río Dnipro para retrasar cualquier avance ucraniano. Es probable que estén intentando controlar la inundación resultante, alegando que están reduciendo el volumen de agua del embalse para minimizar el daño.
El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, probablemente ha tratado de retrasar o suspender la ayuda militar occidental a Ucrania y, posiblemente, debilitar la alianza de la OTAN, con llamadas alarmistas a varios ministros de Defensa de la OTAN, el 23 de octubre, afirmando que Ucrania se está preparando para llevar a cabo un ataque de bandera falsa utilizando una bomba sucia -un explosivo convencional mezclado con material radiactivo que no es un arma nuclear- para acusar a Rusia de utilizar armas de destrucción masiva.
Las fuerzas rusas han llevado a cabo ataques masivos con misiles y drones para degradar las infraestructuras energéticas de Ucrania, impactando en las regiones de Volinia, Rivne, Járkov, Jmelnitski, Kirovograd, Cherkasy, Zaporiyia, Odesa y Mykolaiv.
Ocho meses después de la invasión a gran escala, el Instituto para el Estudio de la Guerra dice: "Es muy improbable que los ataques rusos contra las infraestructuras civiles erosionen la voluntad ucraniana de luchar, pero plantearán un desafío económico y humanitario cada vez mayor para Ucrania a medida que bajen las temperaturas".