En los últimos días, se confirmó la muerte de un niño de nueve años que estaba presente en las protestas. Al menos 342 personas han muerto en manos de la policía en los dos meses que llevan las movilizaciones.
En un acto de provocación mayúscula, los manifestantes en Irán predieron fuego a la casa del exlíder supremo, el ayatolá, Ruholá Jomeiní. Se desconoce por el momento la magnitudad de los daños de la vivienda, ahora convertida en museo.
En los últimos días, se confirmó la muerte de un niño de nueve años que estaba presente en las protestas. Al menos 342 personas han muerto en manos de la policía en los dos meses que llevan las movilizaciones, , según la ONG Iran Human Rights (IHRNGO), con sede en Oslo.
La ONG cree que la cifra real de muertos es "seguramente más alta" y resalta que ha recibido una "alta cifra" de informes de muertes que está investigando "teniendo en cuenta consideraciones de seguridad e interrupciones de internet".
Miles han sido arrestados desde septiembre y algunos están en riesgo de recibir sentencias de muerte por cargos vinculados con la seguridad, algo que ya ha ocurrido en cinco casos.
El Gobierno de Irán sigue culpando a Estados Unidos y a Israel de estar detrás de las protestas.