El lunes, el primer ministro kosovar Albin Kurti rechazó la propuesta de la UE de aplazar el ultimátum sobre las matrículas. Sin embargo, cuando llegó a Prishtina aceptó la petición del embajador de Estados Unidos en Kosovo de un aplazamiento de 48 horas.
Los serbios de Kosovo se muestran escépticos ante el conflicto de las matrículas a pesar del aplazamiento del ultimátum. La primera ministra serbia ha pedido este martes a la Unión Europea que recuerde a los kosovares los compromisos adquiridos con Belgrado y Bruselas:
"Cuando hablamos del Estado de Derecho como uno de los valores básicos y supremos de la Unión Europea, el pleno respeto y aplicación de los acuerdos alcanzados es precisamente ese valor supremo. Es un indicador del Estado de Derecho", declaró la primera ministra serbia,Ana Brnabić.
El lunes, el primer ministro kosovar Albin Kurti rechazó la propuesta de la UE de aplazar el ultimátum sobre las matrículas. Sin embargo, cuando llegó a Prishtina aceptó la petición del embajador de Estados Unidos en Kosovo de un aplazamiento de 48 horas.
"Esta vez es importante de qué lado vino la petición de moderación, y es del embajador estadounidense. Los Estados Unidos son conocidos por aplicar métodos poco convencionales en la diplomacia, en contraste con la Unión Europea, que es blanda, burocrática y lenta, mientras que los Estados Unidos son muy concretos cuando deciden presionar", opina Miodrag Marinkovic, director ejecutivo del Centro de Acciones Sociales Afirmativas
Los serbios del norte de Kosovo miran más a la comunidad internacional, especialmente a Estados Unidos, que a Belgrado para apaciguar la situación. Mientras que el gobierno serbio pide la aplicación de la autonomía administrativa para la comunidad serbia de Kosovo.