La contaminación atmosférica sigue siendo el mayor riesgo medioambiental para la salud de los europeos, a pesar de los avances en la lucha contra el problema. Esta es la conclusión del informe sobre la calidad del aire de la Agencia Europea de Medio Ambiente para 2022.
La contaminación atmosférica sigue siendo el mayor riesgo medioambiental para la salud de los europeos, a pesar de los avances en la lucha contra el problema. Esta es la conclusión del informe sobre la calidad del aire de la Agencia Europea de Medio Ambiente para 2022. Muestra que en los últimos años la calidad del aire en toda la UE no ha cumplido las últimas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
La contaminación atmosférica provocó la muerte prematura de unas 238.000 personas. Entre las toxinas afectadas, el dióxido de nitrógeno se relacionó con 49.000 muertes y el ozono con 24.000.
Pero la contaminación tiene un impacto mucho más amplio en la salud general, provocando un sinfín de enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
En 2019, por ejemplo, la investigación muestra que la contaminación por materia fina en particular provocó más de 175.700 años vividos con discapacidad.
Sin embargo, el panorama general está mejorando. Desde 2005 las tasas de mortalidad prematura han descendido un 45%. Parece que la UE alcanzará antes de tiempo su objetivo de reducir estas muertes en un 55% para 2030.
El informe también destaca el impacto de la contaminación atmosférica en la naturaleza, tanto en los delicados ecosistemas como en las tierras agrícolas. Se han detectado niveles perjudiciales de ozono y nitrógeno en algunos entornos, aunque la tendencia es a la baja. Las cantidades nocivas de azufre, óxido de nitrógeno y amoníaco también están disminuyendo en toda la UE.