Miles de personas, entre organizaciones sociales y políticas, se acercaron a Plaza de Mayo para acompañar a las demás Madres mientras homenajeaban a Bonafini, una luchadora incansable y siempre en el medio de la polémica.
Las Madres de Plaza de Mayo dieron el último adiós a su emblemática presidenta Hebe de Bonafini, después de que esparcieran sus cenizas durante las tradicionales “rondas” en reclamo por los hijos desaparecidos en la última dictadura militar.
Miles de personas, entre organizaciones sociales, políticas y autoconvocados, se acercaron a Plaza de Mayo para acompañar a las demás Madres mientras homenajeaban a Bonafini, una luchadora incansable y siempre en el medio de la polémica.
“Era una ama de casa que nunca entendió nada de política hasta que le arrancaron a los hijos. Tuvo una trayectoria inclaudicable después de la dictadura y muy exaltada por momentos. Era un torbellino de honestidad y coraje, que a uno lo emocionaba. Ella fue un símbolo constituido”, declaró entre la muchedumbre Juan José Guthux, un profesor de historia de escuela secundaria.
El ambiente se llenó de júbilo, cantos y aplausos cuando sus restos fueron reposados en los alrededores de la Pirámide de Mayo, que estaba vestida con imágenes de Bonafini, banderas argentinas y pañuelos blancos.
La presidenta de las Madres murió el pasado domingo en un hospital de la provincia de Buenos Aires, a los 93 años de edad. Bonafini luchó hasta el final por conocer el paradero de sus dos hijos, desaparecidos durante los primeros años de la dictadura argentina de 1976.