Siria se convierte en un narcoestado

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Por AFP & Euronews
Pastillas de captagon
Pastillas de captagon   -  Derechos de autor  AFP

Más de una década de guerra en Siria ha facilitado el florecimiento de negocios ilegales. El país se ha convertido en el principal distribuidor de fenitilina o captagon, un antidepresivo que acabó siendo prohibido por su poder adictivo y que ahora utilizan incluso los miembros de grupo Estado Islámico.

Arabia Saudí es el principal cliente de un negocio que mueve alrededor de 10.000 millones de euros. En solo un año han sido incautadas más de 400 millones de pastillas de captagon en diferentes países.

Un traficante anónimo en el norte de Siria asegura que "cuando trasladamos nuestro producto, gracias a los informadores, lo hacemos de camión a camión para estar seguros. Aunque estemos protegidos, nunca se sabe lo que puede pasar".

Según expertos en narcóticos, el estado sirio está al frente del negocio. El hermano del presidente Bachar al Asad, Maher, dirige la Cuarta División, la unidad de élite del Ejército involucrada, según diversas fuentes, en el tráfico.

"Tenemos buenas relaciones aquí con los rebeldes, y los chicos de Damasco y Homs. Reciben envíos de la Cuarta División... tienen un acuerdo con ellos. Como dice el refrán, si pones dinero en sus manos, harán la vista gorda", asegura el traficante.

Por cada cargamento que se requisa, nueve llegan a destino. Siria maneja el 80% del comercio mundial y se ha convertido en el narcoestado más reciente del mundo.