Emoción, pasiones, técnica, capacidad, suerte ... todo el cóctel de un gran partido se sirve este domingo en Doha. Messi y Mbappé en el campo.
El zoco de Souq Waqif de Doha a pocas horas de la final del Mundial de Futbol de Catar se ha convertido en un rincón de la Argentina más entusiasta. Todos creen que van a ganar a Francia, que el espíritu de Maradona flota y que el último partido de Messi va a ser memorable. Están convencidos de que se llevan el trofeo del Mundial a Buenos Aires
En las calles de París los aficionados confían en una segunda victoria consecutiva; ni Messi creen que puede impedir que Francia añada una tercera estrella a su camiseta.
El seleccionador francés ha ensayado un cambio táctico en el último entrenamiento: dejar fuera del once a Giroud y colocar en la banda izquierda a Thuram, para así dar más libertad a Mbappé