Un nacimiento navideño de la capital muestra la figura del diablo como contraste entre el bien y el mal.
El diablo se cuela en un Belén de Madrid. La representación navideña de la Sagrada Familia del Palacio Real, de 57 metros cuadrados, tiene un compañero de mal agüero. Entre las figuras, también hay un recuerdo al 250 aniversario de la llegada de unos Stradivarius únicos a la capital, al quinto centenario de la circunnavegación de Sebastián Elcano o a la nueva apertura de colecciones reales prevista para el próximo verano.
Pero, ante todo, Miguel Ángel Gacho, de Patrimonio Nacional, resalta el lado oscuro: ""Sí, es el diablo. También es muy típico en los belenes napolitanos clásicos. Es muy difícil entender el bien si no lo contraponemos al mal."
Los belenes es uno e los motivos imprescindibles de la Navidad en España., Los hay de diferente tamaños y están hechos de materiales distintas. Las figuras son únicas. Las del Ayuntamiento de la capital, por ejemplo, fueron esculpidas y talladas a mano por el artista José Luis Mayo el pasado siglo.