El Instituto para e Estudio de la Guerra sigue considerando que la deportación forzosa de ciudadanos ucranianos a la Federación Rusa equivale probablemente a una campaña deliberada de limpieza étnica, además de violaciones de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.
Los funcionarios rusos y las autoridades de ocupación podrían estar preparando la deportación masiva de ciudadanos ucranianos desde los territorios ocupados a la Federación Rusa.
Bloomberg informó de que el primer ministro ruso emitió una orden gubernamental a mediados de diciembre sobre "movilización de ingresos" que asignaba hasta 2 500 millones de euros en gastos adicionales para lo que Moscú denomina "el potencial reasentamiento" de residentes de la región de Jersón a Rusia.
La viceprimera ministra ucraniana, Irina Vereshchuk, respondió a la orden del gobierno ruso afirmando que los funcionarios rusos y las autoridades de ocupación podrían estar planeando deportar a Rusia a más de 100 000 residentes de la región de Jersón ante el temor de que las fuerzas rusas puedan perder más territorio aquí.
Vereshchuk también afirmó que las autoridades rusas han reasentado por la fuerza a un número indeterminado de ciudadanos ucranianos en 57 regiones de Rusia, incluidas las del Lejano Oriente y Siberia.
El Instituto para e Estudio de la Guerra sigue considerando que la deportación forzosa de ciudadanos ucranianos a la Federación Rusa equivale probablemente a una campaña deliberada de limpieza étnica, además de aparentes violaciones de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.
El think tank afirma lo siguiente: "Las autoridades rusas de ocupación siguen esforzándose por coaccionar a los residentes en los territorios ocupados para que acepten pasaportes rusos."
El gobernador regional de Zaporiyia informó de que las autoridades de ocupación rusas están buscando más empleados para trabajar en la Central Nuclear de Zaporiyia, ya que aproximadamente 1 500 de sus trabajadores se negaron a aceptar pasaportes rusos y firmar un contrato con Rosatom para recibir pases para acceder a la planta nuclear.
El Instituto para e Estudio de la Guerra afirma que las autoridades rusas de ocupación siguen importando ciudadanos rusos para que desempeñen funciones civiles en los territorios ocupados.