Han cruzado la frontera de Bab al-Hawa, la única autorizada para entregar ayuda desde Turquía. Se trata de una zona controlada por los rebeldes a Basar al Asad.
Estos son los primeros camiones de ayuda humanitaria enviados por la ONU que llegan a Siria tras el terremoto del pasado lunes.
Han cruzado la frontera de Bab al-Hawa, la única autorizada para entregar ayuda desde Turquía. Se trata de una zona controlada por los grupos opositores y rebeldes a Basar al Asad.
Las sanciones internacionales dificultan la llegada de más ayuda. La ONU ha llamado a la sensatez a través del diplomático noruego Geir Otto Pedersen, enviado especial de Naciones Unidas para Siria: "La respuesta de emergencia no debe politizarse. En su lugar, debemos centrarnos en lo que se necesita urgentemente para ayudar a hombres, mujeres y niños, a los que todavía podemos salvar, a aquellos cuyas vidas están devastadas por uno de los terremotos más catastróficos que la región ha visto en cerca de un siglo."
El balance provisional de víctimas ronda ya los tres mil muertos dentro de Siria. Las autoridades están completamente desbordadas.
No tienen suficientes equipos de rescate ni hospitales para atender a los heridos y culpan a las sanciones internacionales de la situación.
Tras doce años de guerra, millones de sirios del noroeste del país viven en la pobreza y dependen de la ayuda internacional para sobrevivir.