El infierno de las mujeres afganas divorciadas obligadas a volver con sus maltratadores

Esta mujer afgana, a la que llamaremos Marwa, tiene mil razones para esconder su cara. Su exmarido la golpeó durante años, le rompió los dientes, le destrozó las manos... Y aunque consiguió divorciarse, volvió a hundirse en el infierno de los abusos junto a sus ocho hijos cuando que los talibanes recuperaron el poder.
"Los talibanes no aceptaban nada de lo que les decía"
"Cuando los talibanes regresaron, un día estábamos en casa y de repente, llegó un vehículo en el que viajaban una mujer, mi marido y talibanes. Nos dijeron que mi marido les había dicho que el divorcio se había obtenido a la fuerza y que él no estaba dispuesto a divorciarse. No aceptaban nada de lo que yo les decía. Me pidieron que les enseñara los papeles del divorcio. Cuando se los llevé, los rompieron y dijeron que estaba mintiendo, que se había hecho a la fuerza y que ese Gobierno era corrupto".
La interpretación extrema de la Sharía por parte de los talibanes ha condenado a cientos de mujeres afganas a regresar con sus maltratadores. Marwa lo hizo, pero escapó con sus niños después de nuevas palizas. Sana pasó por un calvario similar. Pero no se decidió a huir hasta conocer el destino reservado a sus hijas.
Amenazas de suicidio
"Cuando comprometió a mis hijas con talibanes, ellas me decían: "madre, intentaremos suicidarnos. No podemos criar vacas y ganado, no podemos hacer el tandoor (cocinar alimentos y pan en un horno de barro). ¿Cómo progresaremos en nuestra vida?"
El divorcio no está bien visto socialmente, aunque el Islam lo autoriza y dejó de constituir un tabú con Gobiernos anteriores. En algunas ciudades creció considerablemente.
"Las mujeres que me han contactado estaban muy tristes, incluso lloraban y decían: "Señora abogada, haremos lo que nos diga. Sálvenos de esta situación" comenta Nazifa, abogada.
Los dirigentes talibanes han suprimido el ministerio de la Mujer y la Comisión de Derechos Humanos. Y casi ha destruido por completo la red nacional de refugios y servicios de apoyo a las féminas. Según la ONU, nueve de cada diez mujeres afganas sufren abusos. El Gobierno solo permite el divorcio cuando el marido es clasificado como drogadicto o si se ha marchado del país.