Es neerlandés, tiene 41 años y los periódicos de su país lo llaman Jonathan M. La madre de uno de sus retoños lo ha denunciado. Las directrices marcan el máximo de posibles hijos en veinticinco para evitar relaciones incestuosas y proteger la salud mental de los niños engendrados.
PUBLICIDADUn donante de esperma neerlandés se enfrenta a acciones legales para impedir que sea el padre biológico de más criaturas.
Originario de La Haya y con 41 años, ha sido supuestamente padre de al menos quinientos cincuenta niños en todo el mundo.
Una mujer que concibió un hijo en 2018 utilizando su esperma está detrás de la demanda, junto con la Fundación Donorkind, defensora los derechos de los niños fruto de estas donaciones.
El hombre -llamado Jonathan M. en la prensa del país- ha donado su esperma a al menos trece clínicas en los Países Bajos y en el extranjero, según la fundación.
Veinticinco hijos como máximo
Las normas establecen que un hombre puede donar esperma para un máximo de veinticinco hijos o para doce familias, a fin de evitar relaciones incestuosas y proteger la salud mental de los niños resultantes.
"Si hubiera sabido que ya había engendrado más de cien hijos, nunca habría elegido a este donante", se lamentaba en un comunicado la madre que inició el procedimiento.
"Cuando pienso en las consecuencias que esto puede tener para mi hijo, se me revuelven las tripas y me siento insegura por su futuro: ¿cuántos hijos más hay que añadir? Acudir a los tribunales es la única forma de proteger a mi hijo".
En la lista negra desde que tuvo cien
El hombre ya estuvo en la lista negra de su país en 2017, después de que saliera a la luz que tenía más de cien hijos.
La Sociedad Neerlandesa de Obstetricia y Ginecología (NVOG) pidió entonces a todas las empresas especializadas y clínicas que dejaran de usar su esperma inmediatamente.
No solo en los Países Bajos
Jonathan M. habría seguido donando en el extranjero y a través de canales ilegales.
La fundación Donorkind mantiene que se pone en contacto con mujeres que quieren ser madres a través de las redes sociales.
Supuestamente ha mentido sobre el número de hijos que ha engendrado a través de bancos de esperma. Según Mark de Hek, abogado de la fundación, incumplió los acuerdos con las clínicas y con los futuros padres, que confiaron en su compromiso de concebir un máximo de veinticinco hijos.
"El donante dio prioridad a su ansia de reproducirse y su conducta supone una amenaza para el bienestar mental y físico de los niños engendrados", lamenta de Hek.
Los medios de comunicación neerlandeses informan de que Jonathan M. vive ahora en Kenia y rechazó hacer comentarios sobre el proceso judicial abierto contra él.
Progress Educational Trust (PET), una plataforma para personas que sufren infertilidad o problemas genéticos, explica que el límite de veinticinco retoños está pensado para mantener unos niveles de consanguineidad entre las personas concebidas por donantes similares a los de la población general.
"Cuando el material genético de un donante está presente en un gran número de descendientes, aumenta el riesgo -muy pequeño- de que dos medio hermanos puedan llegar a tener una relación íntima", explica esta asociación.
Quedan aún por conocer los detalles del procedimiento judicial.