La medida tomada por las autoridades francesas busca proteger a los delfines, que mueren por centenares. ONG afirman que las prácticas pesqueras deben cambiar: utilizar una red o un arrastre son métodos no selectivos y los delfines no están a salvo.
PUBLICIDADEn vísperas de una jornada de huelga prevista en los puertos de la costa atlántica, una decena de barcos pesqueros bloquearon la entrada del puerto comercial de Bayona, en Francia.
La decisión del Consejo de Estado francés de prohibir la pesca en determinadas zonas en los próximos seis meses para proteger a los delfines ha puesto en guardia a los pescadores.
"Nuestra supervivencia está en juego. La decisión del Consejo de Estado de cerrarnos, tan potencial, aún no sabemos lo que decidirá el Consejo de Estado, pero las ONG han pedido tres meses en el primer trimestre, un mes en verano. De media, esto representa el 50 % de la pérdida de facturación de los barcos, una empresa que pierde el 50 % de su facturación, se hunde. No es posible", asegura Olivier Mercier, pescador de la localidad de Arcachón y propietario de dos barcos.
Pero los miembros de la ONG Sea Shepherd celebran la prohibición. Han estado en el mar y visitado las playas registrando el número de delfines muertos frente a las costas francesas.
Denuncian que mueren por centenares al quedar atrapados en redes, motores de barcos u otros aparejos de pesca. Y afirman que las prácticas pesqueras deben cambiar: utilizar una red o un arrastre son métodos no selectivos y los delfines no están a salvo.