El papa Francisco se reúne en Budapest con pobres, refugiados y con miles de jóvenes a los que invitó a cultivar el silencio y a no para quedarse pegados al móvil.
El papa Francisco es recibido por una multitud enfervorizada en Budapest. Allí se reunió con pobres y refugiados en la iglesia de Santa Isabel. Y agradeció a los húngaros por ayudar a sus hermanos ucranianos. Viktoria Kalinchuk huyó con su hija autista Veronika dos semanas después de la invasión rusa. En Budapest ha podido empezar una nueva vida. El pontífice le dio su bendición.
"Es un hombre de fe, no puede cambiar la política. Pero nos basta con que hable de amor y tolerancia", agradeció Viktoria.
Entre los congregados había refugiados de distintos países. Csaba Kövesi hizo la pergrinación hasta allí con su cruz...
"Estaba a punto de salir. Se detuvo, miró y bendijo la cruz. Luego nos cogió las manos. Es algo muy grande", aseguró feliz el peregrino.
Después, el papa habló ante miles de jóvenes en el estadio “Papp László” Sport Arena. Les invitó a cultivar el silencio pero no para quedarse pegados al móvil. La vida es real, y no sucede a través de la pantalla, les dijo.