Freya se hizo famosa el pasado verano por juguetear en los fiordos de Oslo hasta que las autoridades decidieron sacrificarla.
Inaugurada en Noruega una escultura en bronce de la célebre morsa Freya. Freya se hizo famosa el pasado verano por juguetear en los fiordos de Oslo hasta que las autoridades decidieron sacrificarla. Argumentaron que el animal estaba sufriendo estrés y que suponía una amenaza para los humanos, que se acercaban demasiado al mamífero de 600 kilos para hacerle fotos.
La decisión de acabar con su vida desató vivas protestas
"En primer lugar, me dio mucha rabia la forma en que se trató a Freya y cómo acababaron con su vida. Primero porque mucha gente no cumplió las normas y las órdenes que se dieron de no acercarse a ella cuando estaba en el muelle. La gente era demasiado curiosa y se acercaba demasiado", explica Erik Holm, promotor de la estatua.
Mediante una colecta en línea se recaudaron unos 25 000 dólares para hacer la escultura
La obra, que representa a la joven morsa tumbada de lado ha sido instalada en la Marina Kongen, cerca del lugar donde atrajo a grandes multitudes.
Freya fue avistada en el Reino Unido, Países Bajos, Dinamarca y Suecia