Egipto recuerda que estos combates no solo afectan a Sudán en cuestión, sino a toda la región
Los combates continúan en Jartum, capital de Sudán, a pesar de la supuesta tregua de siete días que debía empezar este jueves. Ambas partes acusan al otro bando de ser las causantes de esa violación del alto el fuego. La ONU pide el cese de las hostilidades para permitir la entrada de ayuda humanitaria.
En su intervención en Nairobi, el secretario general de la organización, António Guterres, reiteraba la necesidad de que "todas las partes antepongan los intereses del pueblo sudanés". Sin paz, recuerda Guterres, el desarrollo en el país africano es imposible.
"Jartum está sumida en el caos; Darfur está ardiendo una vez más; y la Agencia de la ONU para los Refugiados ya ha afirmado que más de 100 000 personas han huido y que 800 000 podrían huir del país en los próximos días y semanas. Es necesario que cesen los combates, y que cesen ya", alertaba Guterres.
Desde el Gobierno sursudanés, mediador en este conflicto, instan por su parte a que los dos líderes enfrentados, Abdelfatah al Burhan —líder del Ejército— y Mohamed Hamdan Dagalo alias "Hemedti" —comandante de las FAR— aprovechen esta supuesta semana de tregua para nombrar a los portavoces de sus delegaciones, de cara a las negociaciones de paz.
Catástrofe humanitaria
Al menos 550 personas han muerto y cerca de 5000 han resultado heridas desde que el pasado 15 de abril estallara la violencia entre el Ejército Nacional y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido. Los gobiernos extranjeros se han apresurado a evacuar a sus compatriotas.
Las condenas internacionales, mientras tanto, se suceden. Desde Egipto, su presidente Abdel Fattah al Sisi, recuerda que el conflicto no afecta solo a Sudán, sino a toda la región. Se sabe que al menos 47 000 sudaneses han cruzado a Egipto desde que comenzó el conflicto, lo que convierte al país árabe en la nación que más sudaneses huidos acoge. La paz, mientras tanto, parece aún lejos.