Hace dos semanas Khan era detenido y encarcelado, si bien poco después obtenía la libertad bajo fianza para frenar la ola de protestas violentas por parte de sus seguidores
PUBLICIDADPequeña victoria de Imran Khan en su larga y compleja batalla judicial. El ex primer ministro de Pakistán obtuvo este martes, por parte de la corte de Islamabad y hasta principios del próximo mes, protección ante un arresto.
Khan, ahora mismo principal líder de la oposición en el país asiático, se enfrenta a varios cargos de terrorismo por incitar a la violencia. También está previsto que comparezca con su esposa ante la Oficina Nacional de Rendición de Cuentas en Rawalpindi, por un presunto caso de corrupción. La pareja está acusada de aceptar la donación de propiedades para construir una universidad privada a cambio de proporcionar beneficios a un magnate inmobiliario. Khan niega también esta acusación.
Hace dos semanas, Khan era detenido y encarcelado, si bien poco después obtenía la libertad bajo fianza, en buena medida para frenar la ola de protestas y violencia por parte de sus seguidores, que se saldaba con la muerte de 10 personas.
Khan, que fue derrocado con una moción de censura en el Parlamento en abril del año pasado, ha hecho campaña contra el Gobierno de su sucesor, el primer ministro Shahbaz Sharif, afirmando que su salida del Gobierno fue ilegal y exigiendo elecciones anticipadas.
Desde entonces, la antigua estrella del críquet, de 70 años y convertida en político islamista, se ha visto envuelta en más de 100 causas judiciales en su contra. Se enfrenta a cargos de corrupción supuestamente cometidos durante su mandato y ha sido acusado de terrorismo en ocho causas por las violentas protestas de sus seguidores y de su partido de la oposición, el Pakistan Tehreek-e-Insaf.
Mientras tanto, en un golpe para Khan, una colaboradora cercana que se desempeñó como ministra de Derechos en su Gobierno de 2018-2022, anunció este martes que abandonaba por completo el partido Pakistan Tehreek-e-Insaf y la política.
Shireen Mazari era una firme crítica de los militares paquistaníes y del Gobierno de Sharif. Fue detenida el jueves pasado, acusada de incitar a la violencia, y puesta en libertad el lunes, para volver a ser detenida por la noche. Fue liberada de nuevo poco después y habló en una conferencia de prensa el martes por la tarde.
"He decidido dejar la política activa y a partir de hoy no formaré parte del PTI (Pakistan Tehreek-e-Insaf) ni de ningún partido político", declaró Mazari, añadiendo que lo dejaba por motivos de salud.