Considerado a menudo como el primer populista, Berlusconi trasladó a la política los métodos de comunicación del mundo del espectáculo, convirtiéndose en la figura más polarizadora del país.
El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi ha fallecido a los 86 años tras ser tratado de leucemia. Nacido en el seno de una familia milanesa de clase media, alcanzó el éxito como empresario inmobiliario antes de convertirse en magnate de los medios de comunicación y luego en político.
Dominó la narrativa pública durante 30 años, ganando tres elecciones generales y cambiando el curso de la política italiana. Un éxito, sin embargo, parcialmente ensombrecido por numerosos escándalos y pasos en falso, Euronews echa un vistazo a su legado.
El asombroso número de cargos en su contra
Berlusconi se enfrentó a 36 juicios -un récord para un primer ministro italiano-, a menudo por cargos muy graves, como afiliación a la mafia, soborno y prostitución de menores. Sin embargo, la única condena definitiva se produjo por fraude fiscal, en 2013. Fue expulsado del Parlamento y perdió el codiciado título de "Cavaliere del Lavoro" o "Caballero del Trabajo". A menudo acusaba a sus fiscales de "rojos/comunistas" y "politizados".
La increíble primera victoria electoral
Berlusconi ganó sus primeras elecciones en 1994, sólo cuatro meses después de fundar su partido, Forza Italia. Fue una doble victoria: derrotó a la coalición de centro-izquierda, favorita y más numerosa, y consiguió al mismo tiempo resucitar políticamente al centro-derecha, después de que un gigantesco escándalo de corrupción en 1992 casi lo aniquilara.
La revolución de la comunicación
El éxito político de Berlusconi se debió en gran medida a su capacidad de comunicación. Magnate de los medios de comunicación, llevó a la política guiones al estilo televisivo, con eslóganes pegadizos y memorables como "Salgo al campo" o "El amor siempre triunfa sobre el odio y la envidia".
No se privó de utilizar su imperio mediático para hacer propaganda política, a veces incluso en programas de entretenimiento. Siempre provocó peticiones para endurecer las leyes sobre conflicto de intereses, que sin embargo ningún gobierno, ni de izquierdas ni de derechas, llegó a tener en cuenta.
Personalización de la política
Antes de Berlusconi, la política italiana estaba polarizada entre católicos y comunistas. Después de Berlusconi, el panorama político italiano se dividió en dos bandos: pro-Berlusconi VS anti-Berlusconi.
Uno de los himnos oficiales de su partido se titula "Meno male che Silvio C'e'" ("Menos mal que está Silvio"). Todo su partido se identifica con él y en torno a él. Nunca designó un sucesor y es difícil imaginar un futuro para Forza Italia sin su fundador.
Único primer ministro italiano que ha completado un mandato
De 2001 a 2006. Berlusconi es el único Primer Ministro en la historia republicana de Italia que ha permanecido en el cargo durante cinco años consecutivos, hasta el final de su mandato. Sin embargo, no fue suficiente para ganar un segundo mandato , ya que perdió la votación de 2006 contra su archirrival Romano Prodi.
Unidos los "romanos" y los "nórdicos
Berlusconi tuvo éxito en la dificilísima tarea de unir al partido separatista Liga Norte y a la "leal" Alianza Nacional, ahora Hermanos de Italia. Una relación a menudo problemática que, sin embargo, se tradujo en varios éxitos electorales. Los dos partidos siguen aliados hoy en el Gobierno de Giorgia Meloni. Un largo y raro enlace, dada la extrema volatilidad de la política italiana.
AC Milan
Berlusconi no solo resucitó un campo político, sino también un equipo de fútbol. Sacó al AC Milan de las aguas poco profundas de la Serie A para llevarlo a la gloria de la Liga de Campeones en cinco ocasiones. En Italia, ganó más títulos que ningún otro propietario de un club de fútbol.