Durante todo el mes se ha registrado una serie de temperaturas máximas que no tienen precedentes ni habían sido registradas previamente en la historia de la meteorología.
El observatorio europeo Copernicus muestra que la temperatura global fue de 16,51° grados Celsius en junio, algo más de medio grado por encima de la media de 1991 a 2020. Fue significativamente superior al récord anterior de junio de 2019.
El sistema europeo detectó también que las temperaturas de la superficie de los océanos alcanzaron récord en junio y se registraron lo que definen como "temperaturas anómalas" en el Atlántico Norte, causadas "por una combinación de una circulación anómala a corto plazo en la atmósfera y cambios del océano a largo plazo".
Copernicus achaca el aumento al efecto del cambio climático y al regreso del fenómeno de El Niño, que impulsa las temperaturas oceánicas y terrestres a nuevas cotas.